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Especial elecciones: Election Night (1998)

J. Francisco Ossa
14 dic 2017
2 Min. de lectura

En nuestro especial presidencial, les mostramos una joyita alemana del 98 que ganó el Óscar a mejor cortometraje de forma justa, con apenas 11 minutos. Es necesario darle una última vuelta a lo que se viene desde el domingo, y no me refiero precisamente a la votación, sino que es realmente preocupante el futuro de este país tanto en el poder como en los discursos que están ganando fuerza en los sectores populares.

Durante las elecciones en Alemania, un hombre común y corriente (Ulrich Thomsen) ha olvidado ir a votar, y no está dispuesto a no votar, por lo que toma taxis, corre, todo lo que sea necesario por hacerlo. Afuera llueve, los taxistas le hacen el viaje muy incómodo, parece que algo no quiere que él llegue al local de votación. El protagonista es un ciudadano aparentemente liberal, solidario con los extranjeros y pobres de otros países, pero parece olvidar algo: Los discursos e ideas que parecen olvidadas o superadas, muchas veces vuelven a aparecer cuando uno menos lo espera.

Como en Machuca, las circunstancias obligan a algunas personas a decir ciertas cosas que piensan, que la mayoría de su clase social debe pensar posiblemente, pero que sólo en una situación al límite se atreverían a decir.

Me refiero a la xenofobia, a cierto fascismo que vive en lo más profundo de toda la sociedad aunque muchos no lo admitan, lo que a través del cortometraje se manifiesta en casi todos los que se cruzan en su camino: en los taxistas, por distintos motivos (uno por ejemplo es un admirador de la raza aria, otro un inmigrante indio que odio a los japoneses); en su amigo del bar que no está dispuesto a probar una cerveza mexicana; en él mismo, que al sentirse frustrado por no alcanzar a votar, dice un comentario poco afortunado a una mujer afroalemana. Es más fácil tomar cervecita alemana, evitar la mexicana y no cuestionarse lo que realmente no desaparecerá.